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viernes, 11 de mayo de 2012

El mito de Orfeo y Eurídice

Un buen día Orfeo conoció a la joven Eurídice junto a un arroyo y se enamoró perdidamente de ella. Este amor sí era correspondido y ambos muchachos se casaron. Sin embargo, un fatídico día Eurídice, mientras paseaba con Orfeo, fue mordida por una serpiente y murió. Consternado, Orfeo tocó canciones tan tristes que todos los seres de la tierra lloraron y le aconsejaron que descendiera al inframundo. Camino de las profundidades del inframundo, tuvo que sortear muchos peligros, para los cuales usó su música (como en el caso de Cerbero, el perro de Hades a quien dormió con su música). Llegado el momento, con su música ablandó también el corazón de Hades y Perséfone, los cuales permitieron a Eurídice retornar con él a la tierra; pero sólo bajo la condición de que debía caminar delante de ella, y que no debía mirar hacia atrás hasta que ambos hubieran alcanzado el mundo superior. A pesar de sus ansias, Orfeo no volvió la cabeza en todo el trayecto. Llegaron finalmente a la superficie y, desesperado, Orfeo volvió la cabeza para verla; pero ella no había sido aún bañada por el sol. Eurídice volvió hasta las profundidades del Hades para toda la eternidad, ante la desesperación de su amado.