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viernes, 1 de junio de 2012

El mito del Minotauro

Minos, rey de Creta, tomó por esposa a Pasifae. La pareja vivía feliz hasta que, un día, Minos olvidó sacrificar un toro en honor a Poseidón. El dios, enfurecido, provocó que Pasifae se enamorara del toro y, de su unión, nació el Minotauro, una criatura con cabeza y patas de toro y torso de hombre. Aterrado, Minos ordenó al célebre arquitecto Dédalo que construyera un laberinto para encerrar al monstruo y, así, alimentarlo cada año con catorce jóvenes atenienses (siete chicos y siete chicas). Uno de estos años, Teseo, hijo del rey de Atenas, fue enviado al laberinto con el propósito de matar al Minotauro. Allí, Ariadna, hija del rey Minos, se enamoró de él y se comprometió a ayudarlo a salir del laberinto; para ello, le ofreció una madeja de hilo para ayudarle a salir una vez hubiera cumplido su cometido. Así, Teseo acabó con el Minotauro y regresó triunfal a su patria (aunque sin Ariadna).